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Visor

Un avance clave para la terapia en la retina

El Centro de Investigación en Ingenieria de Tejidos y Terapia Celulares (CIITT) en Buenos Aires, aporta un gran progreso para la terapia en retina, gracias a su investigación de las células grasas.

Un grupo de expertos oftalmólogos integrados en la Universidad Maimónides situada en la capital argentina, realiza una investigación crucial en la que consiguen células propias de la retina a partir de células madre desarrolladas procedentes del tejido adiposo.

Gracias a este nuevo avance científico, surgen grandes oportunidades a nivel terapéutico. Esto se debe a que las células que sintetiza un mismo organismo, pueden ser tratadas y transformadas en otras distintas con mucho potencial para solucionar patologías relacionadas con la visión del individuo o posibles casos de retinopatía genérica, como la ceguera, que hoy en día sigue sin tener tratamiento.

Hasta el momento, estos investigadores solo habían probado a tratar con células madre de animales y personas, provenientes de células embrionarias o genéticamente modificadas, lo que debido a su complejidad y difícil extracción, ocasionó un gran número de rechazos. 

El proceso consiste en cultivar las células del tejido adiposo de un individuo junto con un peculiar subgrupo de linfocitos (tipo de leucocito), para así conseguir distinguirse y originar células con potencial regenerativo en la retina.

Gustavo Moviglia, director del CIITT, explica en una entrevista que con esta población de linfocitos, la grasa al día seguiente había experimentado pocos cambios. Tres días después, su estado era muy distinto y ya empezaban a distinguirse en ella estructuras típicas del ojo, hasta llegar a diferenciarse formas como los conos y los bastones.

Células de retina obtenidas de la grasa

Por otra parte, aunque las células del tejido adiposo no contaran con grandes espectativas, han resultado tener ventajas muy relevantes:

 

- El superior número de células madre a igual volumen en ambos tejidos. Hay 10 veces más células en las grasas que en la médula ósea, lo que facilita notablemente obtenerlas y evita el dolor que causa su extracción en la médula ósea.

- Existe una calidad y cantidad superior de células madre, ya que éstas a lo largo del tiempo se dividen y por lo tanto envejecen. En cambio, por tener las grasas un "menor rendimiento", ofrecen una mejor condición para su investigación.

- Las células originadas en el tejido adiposo no producen ningún tipo de tumor o enfermedad autoinmune (en el que el sistema inmunitario del organismo ataca a sus propias células), factor que no sucede en otras investigaciones ya que hay veces en las que se obtienen genes existentes en tumores. 

- Igualmente, las células madre adquiridas en la fecundación invitro están capacitadas para regenerar la retina del paciente.

- Con este nuevo sistema el tiempo de incubación de las células es menor, siendo posible en unos dos dias, mientras que otros métodos implican hasta cuatro semanas aproximadamente. Como consecuencia, se reduce a su vez el gasto de las prácticas que conlleva la investigación.

Gracias al duro trabajo de estos expertos, nuevamente la ciencia aporta un avance positivo que en un futuro, no muy lejano, solucionará muchos de nuestros problemas.

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Noticia por: Laura Manrique García (4ºA) IES Alpajés