La psicofisiología de las emociones
Ansiedad
Esta emoción se puede confundir fácilmente con el miedo pero la diferencia clave está en que la ansiedad carece del estímulo desencadenante concreto, salvo la ansiedad social la cual está asociada a estímulos concretos como hablar en público. A diferencia del miedo, también podemos objetar la desproporcionalidad de la ansiedad que sentimos con respecto a la supuesta peligrosidad del estímulo no presente físicamente.
Trastorno de la ansiedad patológica
Aunque no lo parezca, se ha llegado a denominar a esta emoción como “ángel de la guarda” ya que en cierta medida nos mantiene protegidos de muchas situaciones pero hay que tener cuidado ya que la ansiedad en exceso y desmesurada llega a ser considerada un trastorno mental. Un ejemplo de estos, es la ansiedad patológica donde se tiene un temor excesivo sobre recuerdos desagradables o el temor a un futuro cuando en verdad la amenaza real es inexistente, lo crea tu cabeza.
Efectos fisiológicos
Para terminar, los efectos fisiológicos sobre el sistema nervioso autónomo y somático son similares a los producidos por el miedo. La ansiedad causa dilatación pupilar y aumentación de la sudoración. También se produce un aumento en la secreción de adrenalina y noradrenalina y una reducción en los niveles de catecolaminas. A la vez, se aumenta la secreción de glúcidos y lípidos en el flujo sanguíneo.
Las personas que sufren de ansiedad pueden percibir estos efectos mediante taquicardias, mareos, ruboración, tensión estomacal o sudoración. Al percibir estas alteraciones fisiológicas se convierte en un desencadenante de la propia ansiedad. Posteriormente os dejamos un vídeo útil para calmar un ataque de ansiedad, lo cual puede ser una situación en la que nos podemos ver incluidos y en la cual es muy importante saber qué hacer con la persona que lo está sufriendo.
La taquicardia es la frecuencia cardíaca acelerada que se provoca a causa de un problema en el sistema eléctrico del corazón.